Cuando entras en una sala multisensorial SHX, ¿cómo prefieres controlarla? ¿Lanzando un dado? ¿Dando una orden con la voz? ¿Pulsando un botón? … ¿Por qué no pruebas a mirar el contenido que más te guste y haces que surja la magia en toda la sala?
En este artículo te mostramos cómo controlar una sala multisensorial SHX con un controlador exclusivo que sólo tú tienes: tus ojos.
Las salas multisensoriales SHX tienen la particularidad de que incluyen múltiples contenidos terapéuticos como vídeos, cuentos, actividades, o imágenes vivas que se reproducen en una pared o pantalla y vienen acompañados por el resto de efectos de la sala. Esto hace que con sólo pulsar un botón, la sala entera se convierta en un único mundo inmersivo, para que sientas, por ejemplo, que estás bajo el mar, en una selva o lanzándote en paracaídas. Elementos como el tubo de burbujas, la fibra óptica, el viento, o la vibración se activan a la vez para hacer la experiencia totalmente envolvente. Y todo esto puedes activarlo también con los ojos.
Al poder controlarla con la mirada, la sala adquiere un poder extra, ya que personas con diversas dificultades o discapacidades físicas, y personas gravemente afectadas pueden también tomar el control de la sala e interactuar en primera persona. Esto no sólo empodera al usuario, sino que abre un abanico de posibilidades terapéuticas para el profesional que guiará la sesión.
Controlar la sala con la mirada no sólo es idóneo para usuarios concretos, sino para todo el mundo, ya que es una solución higiénica y aséptica y evita la limpieza de botones y mandos después de cada sesión. Además, también aporta un controlador extra al usuario y le ofrece una oportunidad terapéutica diversa y un motivo de ocio y diversión.
¡Prepara tus sesiones!
Si eres terapeuta, puedes preparar previamente la sesión que tendrás con tu usuario y dejarle listos en el ordenador sus contenidos favoritos, o los más idóneos para el objetivo terapéutico que quieras trabajar. Esta opción te acercará más a una intervención terapéutica personalizada donde el usuario se siente protagonista, participa, y se comunica. ¡Rico y estimulante!
Además, la sala multisensorial siempre ha sido un lugar privilegiado para entrenar el seguimiento ocular, ya que gracias a la intensidad de los elementos y la motivación que provocan en el usuario es posible trabajar el control postural y cefálico, así como el seguimiento visual temprano con elementos como el tubo de burbujas, las fibras ópticas, la luz ultravioleta y las proyecciones.
Ahora, esos primeros pasos se complementan con la posibilidad de controlar la propia sala con la mirada, empezando con pantallas con pocos botones muy grandes y adaptándolo en todo momento a las necesidades y capacidades del usuario.
¿Cómo lo hago?
Controlar una sala multisensorial con la mirada es posible gracias a la tecnología SHX que crea entornos inmersivos únicos. Para ello sólo necesitas tener un ordenador con un dispositivo de seguimiento ocular e instalar la aplicación SHX App para Windows desde la tienda online Microsoft Store. La configuración es sencilla y puedes aprender a hacerlo aquí.
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