Una de las cuestiones que más se pueden dar cuando nos planteamos instalar un aula multisensorial en un centro ordinario es si realmente es una buena inversión. ¿Un aula multisensorial para todos los alumnos de un centro ordinario? ¡Sí, es posible!
En el CEIP Lloma Llarga llevamos trabajando con aulas multisensoriales desde el curso 2016-17. Al principio, nuestra aula era totalmente ‘low cost’: creábamos nuestros entornos inmersivos con materiales elaborados por nosotras mismas y contábamos con muy pocos dispositivos que pudieran ayudarnos en la tarea, apenas unas mesas de luz, un equipo de música y unos difusores de aromas. Pero empecemos por el principio…
Integrar todos nuestros sentidos en el proceso enseñanza-aprendizaje
En nuestro centro tenemos una filosofía: no hay nada en la mente que no haya pasado previamente por los sentidos. La frase es muy buena, pero no es nuestra. Es algo que Aristóteles ya dijo hace más de dos mil años. ¡Y no le falta razón! Si lo analizamos, nos damos cuenta de que la enseñanza tradicional utiliza, fundamentalmente, dos sentidos: vista y oído. Sin embargo, tenemos otros sentidos que no estamos aprovechando: gusto, tacto, olfato, propiocepción, vestibular… ¿Por qué no integrarlos también en el proceso de enseñanza-aprendizaje?
Estas reflexiones nos hicieron investigar más sobre el tema, ir formándonos en pedagogías sensoriales y en pedagogías activas. Y así descubrimos que, por ejemplo, el olfato es el sentido que más nos ayuda a evocar cosas del pasado. Si lo integramos en el aprendizaje, podemos conseguir que sea más fácil recordar un contenido si lo hemos vinculado a un aroma determinado. Y esto funciona también con el resto de sentidos. Y cuantos más sentidos relacionamos con el aprendizaje en cuestión, más significativa será la experiencia y más fácil será de interiorizar y de recordar. De esta manera mejoramos la accesibilidad cognitiva al contenido para todo el alumnado, favoreciendo que cada cual se apoye en sus preferencias sensoriales.
Con estas premisas, empezamos a trabajar en el aula multisensorial. Y lo hicimos extensivo a todos los alumnos del centro porque, al ver que funcionaba con el alumnado de necesidades educativas, sabíamos que también funcionaría con el alumnado con desarrollo típico. Y la verdad es que funciona.
Creamos entornos inmersivos para todo el alumnado
Al principio no fue fácil. Se trataba de crear entornos inmersivos donde vivir y experimentar los contenidos que estábamos trabajando. En infantil estábamos trabajando las estaciones del año, lo que suponía cambiar el aula para cada estación (adaptando los materiales, los colores, los olores…) Esto nos suponía un enorme esfuerzo, no solo a nivel organizativo, sino también a la hora de crear todos los materiales necesarios para poder llevarlo a cabo. Y entonces encontramos la solución en Qinera.
Y es que, con la incorporación e instalación de su tecnología en nuestra nueva aula multisensorial, las posibilidades se multiplicaron. La posibilidad de poder cambiar de entorno con un solo clic nos ayuda a poder trabajar muchas más cosas dentro de nuestra aula. En el aula multisensorial podemos trabajar desde cuentos en infantil hasta contenidos curriculares en primaria. Hemos realizado sesiones de ciencias, repasado ortografía, hemos llevado a cabo sesiones de inglés… Las posibilidades son infinitas.
«El primer paso es pensar qué queremos trabajar en base a las necesidades que podamos tener en el centro. A partir de ahí, y siempre bajo la metodología Multisensory Storytelling se le da forma a la sesión.» – Yolanda, profesora del centro
¡En nuestra sala se gradúan periodistas!
Este curso estamos trabajando un Scape Room donde repasamos contenidos curriculares que son importantes para el alumnado. Se le ha dado la temática del proyecto de innovación del centro, que está basado en los medios de comunicación.
El objetivo del Scape Room es conseguir un diploma de periodista que les va a servir para hacer otras actividades dentro del proyecto de innovación. El Scape Room consta de seis pruebas (adaptadas a cada nivel educativo), que están divididas en tres partes: prensa escrita, radio y televisión.
Trabajando la gramática y las habilidades metafonológicas
Las pruebas de prensa escrita nos sirven para trabajar gramática, habilidades metafonológicas y ortografía.
- Se toma como elemento introductor de la actividad un teletipo (se les explica qué es y que sirve para que lleguen mensajes).
- A nuestro teletipo llega una información alterada, y los alumnos la tienen que arreglar. Esa información puede que llegue con faltas de ortografía, con palabras juntas… Y la respuesta correcta la encontramos en la pantalla.
- Gracias al sistema SHX, vemos las seis opciones en pantalla. Con el mando de 6 botones o Button 6 eligen la opción que creen que es correcta, y ahí comienza la magia. Solo la opción correcta activa un dispositivo de la sala (por ejemplo, el tubo de burbujas). El resto no lo hace, aunque sí activan una música que nos hace reconocer que no hemos acertado.
La siguiente prueba es la maquetación del periódico. Nuestro periódico es inclusivo, y funciona también con pictos. Esto lo llevamos a cabo en la mesa de luz , y activamos el color de la misma al conseguir terminar la maquetación del periódico. Dependiendo del nivel del alumnado con el que estamos trabajando, varía la dificultad de la maquetación.
Memoria secuencial auditiva y concentración
En el bloque de la radio trabajamos la estimulación táctil y la concentración, además de la memoria secuencial auditiva. Hacemos un concurso radiofónico, en el que tienen que adivinar qué canción está sonando. Esto activa los pufs vibratorios… pero no acaba ahí la cosa.
- Una vez han identificado la canción, comienza el verdadero “concurso”. Tienen que contar cuántas veces se repiten determinadas palabras de la canción (dependiendo del nivel serán más o menos las propuestas), de tal forma que al terminar la canción tienen el número de veces que se repite cada palabra.
- Cuando juntamos estos números, se forma un código que tienen que encontrar en la pantalla y seleccionar con el Button 6 la opción correcta. Nuevamente, si encuentran la clave, se accionará un dispositivo que se encenderá en otro color.
La siguiente actividad de la radio consiste en la descripción. Relacionamos esta actividad con la radio explicándoles que los buenos locutores de radio tienen que saber describir muy bien, ya que la radio es un medio en el que solo podemos escuchar, no podemos ver lo que nos están contando. Ellos se convierten en locutores y deben describir un objeto que se encuentra dentro de una caja (caja de estereognosias). De esta forma trabajan la expresión oral y la descripción. Además, esta actividad la deben realizar en lengua extranjera en los cursos superiores (repasan vocabulario en inglés). Cada objeto que aciertan, es una opción para descubrir qué casilla oculta el código de color.
Creatividad y matemáticas
Una vez finalizadas las actividades del bloque de la radio, pasamos al bloque de la televisión. La primera actividad está relacionada con las matemáticas.
- Bajo el pretexto de que no tenemos todos los datos de las audiencias de esta semana, planteamos problemas matemáticos que nos llevan a encontrar estos datos de audiencia. Dependiendo del nivel, los cálculos van desde las restas sin llevadas hasta combinaciones de operaciones mucho más complicadas en el caso de 5º y 6º de primaria.
- Nuevamente tenemos seis opciones en la pantalla, y deben encontrar la casilla donde está el resultado correcto para conseguir el siguiente color del código.
La última actividad del Scape room cierra el bloque de la televisión. Aquí aprovechamos para trabajar expresión oral, funciones ejecutivas, planificación, la creatividad, etc. y a nivel sensorial trabajamos gusto y olfato. Tenemos una fondue con chocolate (lo que ambienta olfativamente el aula) y les enseñamos diversas piezas de fruta y unos pinchos de madera. Les explicamos que son guionistas de un programa de cocina, y que con esos elementos deben pensar en qué receta van a elaborar para el programa de esa semana.
Lo más habitual es que hagan una brocheta de frutas rebozada en chocolate, pero se les premia la originalidad, la presentación e incluso el nombre que le ponen a la receta. Con la elaboración de la receta obtienen el último código de color del scape room.
Si recordáis, cada actividad ha ido accionando un dispositivo que se encendía de un color diferente cada vez. Tienen que recordar el código de los seis colores para reproducirlos en el Button 6. Si lo introducen bien se activa un vídeo donde se les da la enhorabuena por haber llegado hasta el final y por haber superado el reto. Al término de la sesión se les entrega un diploma donde se acredita que ya son periodistas profesionales (recordemos que éste era el objetivo del Scape room).
Una experiencia muy positiva para alumnado y profesorado
Esto es solo un ejemplo de todo lo que podemos hacer en un aula multisensorial. Nuestra experiencia está siendo muy positiva, ya que todos los contenidos curriculares que trabajamos dentro del aula se viven con mucha intensidad y con mucha emoción, lo que hace que trabajen sin darse cuenta de que están trabajando. Esta motivación nos ayuda mucho a que puedan superar sus dificultades sin que sean conscientes de su esfuerzo, ya que se lo toman como un juego. Y es que, para un niño, lo más natural es jugar ¿y qué mejor manera de aprender que jugando?
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