Crear un entorno en el que todos puedan participar consiste primero en entender cómo aprende cada niño, de reconocer sus ritmos, sus desafíos y sus formas de estar en el mundo. En ese camino, la integración sensorial y la psicomotricidad se convierten en grandes aliadas.
Porque muchas veces, cuando un niño no puede concentrarse, cuando otro no tolera el contacto o se frustra con facilidad, es porque su sistema nervioso está sobrecargado o no ha encontrado aún un canal de regulación eficaz. Ahí es donde intervienen estas herramientas: para impulsar el desarrollo de habilidades motoras, cognitivas y sociales desde una base corporal, sensorial y emocional.
Por qué este artículo puede ayudarte
Si trabajas en educación, terapia o eres madre/padre de un niño/a con diversidad funcional, seguramente te hayas hecho preguntas como: ¿cómo ayudarle a calmarse?, ¿por qué reacciona así ante los ruidos?, ¿qué más podemos hacer además de adaptar fichas o usar pictogramas?

Este artículo no es una teoría más. Está pensado para darte una visión clara, humana y útil sobre cómo la integración sensorial y la psicomotricidad pueden marcar la diferencia en tu día a día. Vas a entender:
- Qué implican realmente estos enfoques y por qué van mucho más allá del «jugar un rato».
- Cómo se aplican de forma sencilla y realista en el aula, incluso con pocos recursos.
- Cuáles son los beneficios concretos en niños con TEA, TDAH, dificultades motoras o sensoriales.
- Qué materiales, rutinas y espacios pueden ayudarte a crear un entorno regulador, en casa, en el aula…
Integración sensorial y psicomotricidad: de la teoría al día a día real
Integración sensorial: entender lo que no se ve, pero se siente
El sistema nervioso procesa constantemente información sensorial: lo que vemos, escuchamos, tocamos, olemos… Pero también la que nos llega desde dentro: la posición de nuestro cuerpo, el movimiento, el equilibrio, la presión que ejercemos al escribir.

Niños en una barra curva de equilibrio para trabajar el movimiento y el equilibrio de forma divertida
Cuando ese procesamiento no es fluido, el niño se desregula: se agobia con facilidad, busca moverse sin parar, no soporta ciertas texturas o ruidos, se distrae o se bloquea. Esto no es «mala conducta»: es un sistema sensorial desbordado o desconectado.
La integración sensorial busca precisamente eso: ofrecer al cuerpo los estímulos que necesita para organizarse mejor. Y no, no hace falta tener una sala entera. A veces basta con:
- Un rincón con pelotas, texturas y otros elementos para ofrecer experiencias sensoriales reguladas.
- Un momento diario de «despertar corporal» antes de empezar.
- Un espacio para activar o volver a la calma, mediante el uso de luces y sonidos.
- Un plan sensorial adaptado al perfil del niño, con pausas de movimiento, presión profunda o ejercicios respiratorios.

Niño sobre una pelota terapéutica multiuso en forma de cacahuete.
Psicomotricidad: el cuerpo como primer lenguaje
La psicomotricidad no es solo «educación física para peques». Es una propuesta global que parte del cuerpo para ayudar al niño a construirse como sujeto: a reconocer sus límites, a expresarse, a confiar, a encontrar su lugar con los otros. Una sesión de psicomotricidad bien planteada es un espacio de libertad controlada donde el niño explora, crea, se vincula. Y sí, también aprende a:
- Coordinar movimientos y mejorar su esquema corporal.
- Organizarse en el espacio y el tiempo.
- Manejar la frustración, la espera, el contacto.
- Construir una imagen positiva de sí mismo.
No hay una receta única, pero hay principios comunes: respeto, observación, juego libre, marcos contenedores.

Y en la práctica, ¿por dónde empiezo?
1. Crear espacios que acojan, no que sobreestimulen
Las salas multisensoriales son herramientas terapéuticas si se usan con sentido y con objetivos definidos. Luz tenue, sonidos suaves, estímulos controlados. En Qinera acompañamos a muchos centros a diseñarlas según sus necesidades reales. Lo importante es que respondan a los perfiles de los alumnos, no a una estética comercial. Bien diseñadas, ayudan a:
- Bajar el nivel de ansiedad.
- Mejorar la atención y la disponibilidad cognitiva.
- Ofrecer un espacio de regulación antes o después de momentos exigentes.

Nuestras salas multisensoriales están diseñadas en detalle por nuestros profesionales expertos en los distintos ámbitos con el fin de crear un entorno integral de estimulación para una intervención terapéutica personalizada. Nos adaptamos a tu espacio, objetivos terapéuticos, y necesidades específicas. Si te preguntas cómo tener una sala multisensorial o un espacio sensorial para tus usuarios en concreto, o quieres una sencilla sala snoezelen más económica para colocar en un pequeño rincón, haz clic en el banner y cuéntanos tus ideas. Diseñaremos para ti un proyecto de sala totalmente gratuito.

2. Rincones sensoriales: cuando no disponemos de espacio
Si no hay una sala específica, o no tienes un gran espacio a disposición, se puede instalar un rincón sensorial o crear un espacio autorregulable mediante la incorporación de:
El objetivo es dar a los niños y niñas recursos para poder participar mejor en el resto de actividades.
3. Actividades psicomotrices que suman para todos
- Circuitos motrices adaptados: cada uno a su ritmo
Con colchonetas, aros, rocódromos, rampas, bancos o incluso cinta de carrocero, se pueden montar circuitos donde cada niño participe según su nivel. Y lo más valioso: sin competir, sin compararse. Solo explorando y desafiándose.
- Juegos de movimiento y emoción
El cuerpo también expresa lo que no se puede decir con palabras. Juegos de imitación, teatro, movimiento con música… ayudan a trabajar la empatia, los turnos, la expresión emocional. Y todo desde la alegría, no desde la corrección.
- Apoyos visuales: muy eficaces
Los pictos, las agendas visuales, las historias con imágenes… no son solo para alumnos con TEA. Ayudan a organizar el día, anticipar, bajar la ansiedad. Integrarlos en las rutinas hace que el entorno sea predecible y seguro para todos.
Preguntas que suelen surgir (y sus respuestas)
- ¿No estaré «sobreactuando» si monto un rincón sensorial para toda la clase? Para nada. Cada vez más docentes comprueban que estos recursos no solo ayudan a los alumnos con diagnóstico. Todos necesitamos regulación sensorial en algún momento.
- ¿Hace falta formación específica? Para diseñar intervenciones de integración sensorial, sí. Pero para aplicar principios básicos en el aula (ordenar los estímulos, observar respuestas, ofrecer pausas motoras), basta con criterio pedagógico y acompañamiento puntual.
- ¿Y si no puedo hacer una gran inversión económica ? La creatividad es clave. Con telas, botellas sensoriales caseras, cajas de cartón y algo de música ya puedes empezar. Lo importante es observar qué necesita tu alumnado y ajustar.
- ¿Necesito empezar con una gran sala multisensorial? ¡No hace falta! Puedes incorporar unos pocos elementos al principio e ir añadiendo poco a poco. Las Salas Qinera son totalmente escalabes: puedes empezar por un elemento e ir agregando dispositivos poco a poco.
Conviértete en apoyo para ellos
La verdadera inclusión no es que todos hagan lo mismo, sino que cada quien pueda hacer lo suyo, con dignidad y acompañamiento. La integración sensorial y la psicomotricidad son herramientas que transforman y, aplicando una terapia con objetivos y los recursos adecuados, transforman la mirada del adulto, la experiencia del niño y la convivencia en el aula.
Si quieres explorar recursos reales, pensados desde la experiencia y la evidencia, en Qinera podemos ayudarte.

Bibiana Escribano
Terapeuta ocupacional y asesora de estimulación sensorial. Graduada en Psicología, Máster en Neuro-Rehabilitación y formada en psicomotricidad, musicoterapia y otras técnicas asociadas (Snoezelen, Basale Stimulation, Bobath, Perfetti, Integración Sensorial…). Experiencia en atención directa a personas mayores, personas con demencia y otras enfermedades neurodegenerativas, adultos con pluridiscapacidad, jóvenes con discapacidad intelectual y personas con daño cerebral adquirido.
Si deseas ponerte en contacto con Bibiana, puedes hacerlo por medio de su correo electrónico (bibiana.escribano@qinera.com).
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